Pirineos 2011 - parte 2

Después de la escalada en Orlú y por la cercanía de Andorra, decidimos ir a hacer una de la muchas ferratas que tienen por allí.

Recopilamos todo lo que pudimos en la oficina de turismo. Tienen unos folletos con la información de todas las actividades de aventura de la zona, y respecto a las ferratas, las describen todas y aportan algunos datos.

Con dicho folleto en la mano y mucho calor, nos vamos a un lago a comer y a estudiar las posibilidades para el día siguiente.

Decidimos hacer la ferrata "Directisima a la Roc del Quer", Dificil, con 500 metros de recorrido para un desnivel de 350 mts.

La buena suerte nos saluda y el tiempo empieza a refrescar, por lo que decidimos hacerla por la tarde y así ganamos un día.

Una cosa buena es que tienen unos generosos paneles con la descripción de la ferrata y de las normas de seguridad, en parte para informar y en parte para prevenir que la gente no se meta si no está preparada, o por lo menos que respete las mínimas medidas de seguridad.

Lógicamente nosotros empezamos la vía saltándonos la primera norma de seguridad del panel (casc d'escalada homologat), pero no tenemos y no vamos a ir a casa a Tenerife a buscarlo, de modo que "parriba".

La ferrata comienza en una carretera, y son varios tramos verticales cortados por unas terrazas que le quitan dificultad y vistosidad a la ruta, pero es muy entretenida.

Mirando hacia arriba vemos a un grupo en la parte más difícil de la ruta, donde hace una S para esquivar los techos.

La siguiente repisa la subimos rápido, casi corriendo asegurados al cable, queriendo llegar a esa parte que promete estar divertida. Cuando llegamos no nos defrauda, el patio bajo nuestros pies no impide que paremos a sacarnos fotos.

Se nota que no nos gusta lo que hacemos, jeje.

Pasado ese muro, vienen otros tramos divertidos, separados por alguna travesía inclinada donde hay que tener cuidado con alguna piedra.

Llegamos arriba, y como no, la foto de cumbre.

El viaje continuó, pero eso es otra historia...