lunes, 12 de diciembre de 2011

Las Cañadas

Llevaba mucho tiempo sin salir a caminar solo. Me encanta patear y disfrutar el paisaje de un modo personal, caminar a mi ritmo, parar cuando quiero parar, apretar el ritmo cuando creo que puedo hacerlo y forzar hasta que los latidos del corazón me hagan sentir que éste se quiere salir por los oídos.

Y que mejor sitio que Las Cañadas para disfrutar, recorriendo viejos y nuevos senderos. Viendo como surgen los carteles como champiñones, haciendo que desaparezca la incertidumbre del "será este el sendero correcto" o "dónde llegará". Notando como se ensanchan los senderos con el paso de los miles de nuevos "senderistas" (que palabra tan tonta), que ponen mojones de piedritas y me mantienen entretenido a ratos tirándolos. Los mojones tenían su función cuando el sendero era dificil de seguir, pero hoy por hoy es imposible perderse de lo erosionado que está el suelo de los senderos, de hecho ya está gris en la zona de picón negro.

Al llegar al aparcamiento, tengo una rara sensación, hace frío, 4º según el termómetro del coche, pero hay calima en el ambiente, una mezcla extraña. Me pongo a caminar por los Roques de García. Al pasar junto al Torrotito y al Cinchado, me vienen a la mente imágenes de hace 15-20 años, varias cordadas subiendo el Torrotito por las 2 vías, 4-5 personas en la cumbre apretados y esperando turno para rapelar.

Al llegar hacía un poco de fresco
El torrotito
Vista del Teide desde los Roques

Sigo caminando dejando los Roques atrás y llego al cruce, y comienzo la subida de los Regatones Negros, el cartel pone 4 horas hasta Pico Viejo. Me animo y pa´rriba. Poco a poco voy ganando altura, pasando distintas coladas que bajan del collado, que forman preciosos valles y cada uno me ofrece una vista diferente de la cumbre. En otros hay varias bolas de acreeción, es decir lava que se desprendió de la colada principial y fue rodando por la ladera creciendo y adquiriendo la forma redondeada. Si nos fijamos de cerca, veremos en algunas de éstas, piedras más pequeñas que se han adherido en su carrera ladera abajo.
Casi sin darme cuenta, llego al cruce con el sendero de Pico Viejo, en algo menos de 2 horas (para mi que se equivocaron con el tiempo de referencia), un buen ritmo. Hago mi primera parada para comer algo e hidratarme. La temperatura no sube, seguimos entre 5 y 7º.


"Pequeño" boliche

Nos vamos acercando a Pico Viejo

Cruce del sendero 23 con el 9

Continuo subiendo ya viendo la cumbre en todo momento. Cuando llego al mirador, contemplo como la calima forma una cortina densa por debajo de los 3100-3200 metros de altitud.A pesar de haberla dejado por debajo de mi y de estar disfrutando del sol, no calienta y la temperatura sigue por debajo de los 9º.


Subiendo hacia el mirador

La calima sobre Pico Viejo

Desde la caseta del guarda

Pasado el control del guarda, ya solo queda encarar la subida final y llegar a cumbre .



Detalle de los cristales de azufre


En la cumbre


Fumarolas

Comienza la bajada, paso por el refugio, y en Montaña Blanca, valoro las opciones que tenía pensado, volver por el atajo que hay desde la cumbre hacia el teleférico y seguir por Montaña Majúa, o hacer el tramo que no había hecho nunca, y me decido por la segunda opción, que me lleva hasta las 7 Cañadas, desde donde encaro el regreso hacia el Parador, no sin antes mirar hacia el Roque de la Grieta, pensando en las futuras aventuras que viviré en sus paredes.



Llegando a la pista



El Roque de la Grieta



Teide desde la Hoya del Montón de Trigo

Pues eso, que me sentí pletórico reencontrándome yo solo con el padre Teide, y recorriendo un tramo que no había hecho nunca que llevaba tiempo queriendo hacer, y en el si que se hacían necesarios los mojones.

Detalle de la ruta, 37 km y 8h

Por cierto, aclarando lo de senderistas. Prefiero que me llamen montañero, senderista te "limita" como que sólo caminas por senderos, yo camino y escalo por montañas. La palabra montañero tiene unas connotaciones que quien no lleva toda una vida caminando, disfrutando, sufriendo y compartiendo actividades en el medio, no sabrá identificarlas ni apreciarlas.




9 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudo pateo te mandastes compadre!!, y las rodillas??.

Cuanta razón tienes. Tantos carteles, tantos senderos marcados... barandillas, escalones, señales...

Quiere la administración llevar la ciudad al monte y que todo sea más facil y aún así hacemos los recorridos con GPSs, con botas ultramodernas, con el movil por si acaso... Se está perdiendo la esencia del montañismo.

Quieren hacer el monte seguro y la montaña es la montaña... para seguridad la ciudad.

Anónimo dijo...

Por cierto ; como te escabullistes del guarda??

Anónimo dijo...

Pues yo estoy más seguro en el monte!!!!!!!!!

Antonio COE dijo...

Las rodillas ayer aguantaron, hoy tengo las piernas un poco "temblorosas", jeje. Es jodido intentar coger la forma, pero poco a poco lo vamos consiguiendo.

Lo del guarda, ya se sabe, en el parque nacional hay que "pedir permiso".

Y en cuanto a la seguridad, yo me siento perseguido más en el monte que en la ciudad, en el monte me siento un delincuente, porque si te sales de un sendero te sientes mal por si te pillan,....

Anónimo dijo...

Pero hay algo malo por salirse de un sendero??

Antonio COE dijo...

En un paraje natural o en el caso del Teide, parque nacional, si te sales de los senderos te pueden sancionar.
Luego vienen las discusiones que si los cazadores si se salen, ...

Anónimo dijo...

Cazadores??, hable con propiedad "Control cinegético"...o eso al menos es lo que dicen en el Parque.
Ni que los escaladores, montañeros o senderistas seamos cabras que nos vamos comiendo todas la matas protegidas o no?

Antonio COE dijo...

Esa debe de ser la imagen que damos. Y no se dan cuenta de que con una actitud sancionadora lo único que van a conseguir es que hagamos las cosas a escondidas. Se consigue más permitiendo ciertas privilegios que prohibiendo sistemáticamente.

Anónimo dijo...

Cuando escalamos el Torrotito de extrangis?,

Que hay de malo en escalarlo ?

Y el Cinchado?