"Los viejos roqueros nunca mueren"

     Esta canción de Miguel Rios para adaptarla al fin de semana pasado la voy a llamar "Los viejos escaladores nunca mueren". Esta semana estuvo por la isla Miguez Díez, un escalador valenciano que estuvo viviendo en Tenerife en la década de los 70 y dejó un legado de vías de las que todos nosotros hoy disfrutamos. Con distintos escaladores locales como Antonio Ramos Villar, Oscar Subirana,... abrieron vías míticas como la Normal al Roque de Las Ánimas, El Techo de La Catedral, La Bartolomé al Figueroa,...

     Javi me llamó por si me quería apuntar a conocer a Miguel y escalar el sábado en Las Ánimas la vía Normal, originalmente llamada Taganana. Ni lo dudé, de modo que el sábado temprano recojo a Javi y rumbo a Taganana. A la altura del tunel del Bailadero empieza a chispear y pensamos que vamos a tener que cambiar de rumbo, pero al llegar  a la base del roque, deja de llover y se mete un aire caliente y comienza a brillar el sol, por lo que decidimos ir a la pared. Villar y Miguel van a ir por la Normal y Javi y yo iremos por La Mantis, un poco más a la izquierda, y coincidiremos en el bosque de dragos, para seguir juntos. Recordar que la Normal fue la primera vía que se abrió en la cara norte del roque el 28 de Abril de 1974 ( yo tenía 6 años) y la Mantis fué la cuarta en 1982.

Pasos iniciales

Buril viejo y parabolt, ambos oxidados

Primer largo desde la R

     El inicio de La Mantis hay que buscarlo en una losa blanca tumbada hacia la derecha de unos 20 metros, con una laja sospechosa al principio. Seguimos por la losa hasta chapar el buril y el parabolt (jejeje, parabolt si, pero no te caigas), y de frente hasta la reunión.

Comenzando el L2

En la R1

Javi en la R2

     El segundo largo lo empezamos por el filo de la derecha. Desde allí veremos una repisa bastante alta sobre nuestras cabezas y un drago que destaca. En él montaremos la R2, pero para llegar allí tendremos que cambiar de diedro y coger otro un poco más a la izquierda

Perfil del L3

Detalle

Llegando a la R3

     Saliendo de la R2 nos vamos al filo de la izquierda y remontamos entre un caos de bloques cubiertos de liquen negro. Es la hora de templar los nervios porque hay varios bloque sueltos, pero Javi encuentra sin problema la mejor manera de sortearlos.

Javi en las fisuras peludas

Sale liquen hasta en los cordinos

R4

     El L4 es común con La Nautilus y recorre primero los diedros por sus famosas fisuras peludas ( el liquen negro y duro del roque), una vez sorteados éstos nos enfrentamos a un tramo de vegetación que con la nueva catalogación de tramos herbosos que propone desnivel, nosotros le damos grado G2 (green 2). Llegamos a la reunión y ya terminamos nuestra ruta. Seguimos hasta el bosque donde nos esperan Villar y Miguel. Tomamos algo para recuperar y oir historias de otra época, y seguimos juntos por la Normal.

Reposo en el bosque

Inicio del L5

R5

     El L5 comienza en un diedro, que tenemos que dejar a los pocos metros para irnos a la derecha por una repisa y de nuevo hacia arriba, hasta la R. De ésta salimos por la placa de la izquierda, en este tramo hay dos clavos y después de superar un pequeño diedro y subir por otro tramo herboso, llegamos a la R6.

Placa del L6

En la R6

Los pioneros en la misma R

     Llegamos al último largo. Tenemos que bordear la repisa por la derecha y subir unos cuantos metros (unos 10-12) sin meter nada . La sensación de "patio" bajo nuestros pies nos recuerda que estamos cerca de cumbre. Unos pocos metros más hacia la izquierda y llegamos al collado donde nos desencordamos y subimos a la cumbre de Las Ánimas para completar éste día.

Saliendo de la R6

Miguel al otro lado del flanqueo

Últimos metros

Llegando a la R7

En la R7

Foto de cumbre

     Como es tradición, toda cumbre hay que celebrarla y nos fuimos a casa Picar a tomar algo y seguir hablando. Miguel se volvía a la peni el lunes, y el domingo quería aprovecharlo y recordar otra de las vías que abrió junto a Villar, la Bartolomé al Figueroa. Javi se resiente del tendón de aquiles y decidimos ir los otros tres a escalar al día siguiente. 

     El domingo temprano estamos rumbo a Las Cañadas. Hace fresco, el reloj marca 2 grados en la zona de Los Roques de García y al dejar el coche en la espalda del sombrerito sólo marca 4. Comenzamos a caminar por el barranco y al rato sale el sol y algo calienta. Llegamos al collado y vemos nuestro destino. Yo hace más de 10 años que no subo por su roca, mucho tiempo desde la última vez que pisé su cumbre, siento un cosquilleo que desaparece mientras bajamos y bordeamos el torreón.

     A Villar todavía le molesta el hombro y decide quedarse abajo y sacar fotos. Miguel dice que quiere el cuarto largo para él, de modo que yo haré los impares (1, 3 y 5) y el los pares (2 y 4). Nos encordamos y para arriba con el forrito que hace fresco y a la sombra en las reuniones lo vamos a agradecer.

      La vía comienza un poco más arriba y la izquierda de el vivac de la cara norte del  Figueroa. Se sube buscando lo más facil y seguimos una placa con una laja que nos lleva a la derecha y nos deja en un diedro del que cuelga parte de un cedro seco. En la repisa donde está el cedro montamos la reunión.

Cumbre del Figueroa desde el collado

Pasada la chimenea del L2

Travesía y R2

     De la repisa pasamos por detrás de un gendarme y nos metemos en la chimenea. Continuamos por una fisura hasta un clavo debajo de una placa de liquen naranja. Ahora tenemos la travesía, unos 5 metros horizontales hacia la derecha, que terminan en un buril con un mosquetón, del que nuestro compañero nos tiene que descender unos 3 metros hasta una repisa. Ya estamos en la R2.

Paso clave del L3

En el diedro

Fin del diedro desde la R3

La R3

Inicio del desplome

Desplome superado

     Este largo tiene un paso duro nada más comenzar que una vez superado nos deja en un diedro y al final de éste en una repisa montamos la reunión. Desde aquí se ve el primero de los cuatro clavos de los que nos aseguraremos para superar el desplome, pasos claves de la vía. Si vemos que no lo damos en libre, un estribo vendrá bien. Pasados estos pasos, otro diedro y tenemos dos posibilidades de reunión, en una pequeña repisa a la izquierda con un buril y una fisura donde colocar cacharritos ( la que elegimos nosotros), o seguir unos 5 metros hasta una gran terraza con vistas.

Comenzando el L5

En el gran diedro

Reunión en la cumbre

     Para empezar podemos subir por ambos lados del lapiz blanco, nos vamos por la fisura del lado derecho, tiene más posibilidades de protección. Pasado éste, está la gran terraza que decía antes y de la que parte un diedro de 40 metros del que disfrutamos mientras subimos. Lo dejamos hacia la izquierda casi al final, porque desploma y hay algún bloque sospechoso. Unos metros más y estamos en la cima. No tenemos foto de cumbre. Rectifico, si la tenemos gracias a Villar, nuestro fotógrafo del día, pero ya me la enviará y entonces la podremos ver.

Pues nada, espero que hayan disfrutado de este fin de semana como yo lo he hecho.

Un saludo, y recuerden: hay muchas vías largas y guapas esperando que alguien las visite.

PD: Recordarles a todos que La Normal de las Ánimas la abrieron el 28/4/1974 y la Bartolomé al Figueroa el 3/10/1976. Desde entonces Miguel no las repetía. Una hace casi 38 y la otra hace casi 36. Se acordaba de largos sueltos, no de toda la vía. Fué un placer el compartir estos momentos y ver su cara de satisfacción mientras Villar y él recordaban dichas aperturas y narraban anécdotas de dichas aventuras.